miércoles, 14 de febrero de 2007

Tarde de San Valentín (y otras similares)

Odio estas fechas en las que sales a la calle, ves la tele o escuchas la radio y todo te recuerda que debes ser feliz por obligación. Por eso hace ya muchos años que no me gusta la Navidad, porque desde inicios de noviembre (y cada vez antes) hasta pasado el 6 de enero todo es un cursi sentimiento ficticio de que todos debemos ser buenos y querernos mucho, incluso llamando y deseándole Felices Fiestas a familiares con los que no te hablas en todo el año.

Por esas mismas cosas, tampoco me gusta el día de hoy, San Valentín, porque durante todo el día e incluso antes (el sábado pasado escuchaba en la radio un programa sobre tecnología, y la mayor parte del tiempo estuvo dedicado a proponer regalos que dar por esta fecha, hay que joderse) la tele, la radio, Internet, me recuerdan que muchísima gente tiene a quien regalar algo especial, pero yo no. Y eso duele, porque ya me acuerdo suficientemente todos los días de lo solo que estoy, como para que encima haya un día especial en el que los corazoncitos estén por todas partes, mientras el mío no tiene por quien latir. En fin...¡que pasen pronto las horas!

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