sábado, 16 de junio de 2007

Discutir por la tele

No, no es lo que os imaginais. No penseis en toda mi familia sentada en el sillón discutiendo por qué programa poner (creo que eso ya no pasa en casi ninguna casa española). Os cuento: hoy han traido a la habitación de mis padres (es una forma de hablar: mi padre duerme allí y mi madre en otra habitación) un armario con el que aprovechar mejor el espacio (no hay mucho sitio en ella). Lo que ocurre es que ese mueble inutiliza las conexiones de antena de una tele que estaba conectada hasta ayer...Y hasta ahí podíamos llegar: cuando se lo hemos dicho a mi padre, ha puesto el grito en el cielo y nos ha echado en cara a mi madre y a mí que no hayamos convencido al que nos ha instalado el armario de que agujerease por donde estaban las conexiones (una pena, porque el mueble precisamente barato no es). Y es que mi padre tiene la costumbre de quedarse dormido todos los días con la tele encendida. A cambio de sacar la tele de su habitación, le proponíamos habilitar una habitación ahora llena de trastos como pequeña salita de TV. Lo que quiere decir...(ay, se acaba el mundo para mi padreeeeee) que no podrá ver la tele desde la cama.

El caso es que la discusión ha sido tal que mi madre, al llegar a casa no ha podido evitar llorar de rabia. Mi padre no lo ha visto: ha tardado un rato en subir porque ha hecho parada y fonda durante un ratito en el bar.

Todo esto me ha llevado a pensar, una vez más, hasta qué punto la tele es un electrodoméstico central en la mayoría de las casas. Yo, cuando era más pequeño, veía muchas más horas de tele, pero ahora, con 27 años, soy bastante selectivo con ella: puedo ver una serie que me interesa, o los informativos, o un concurso entretenido (Allá tú, Saber y Ganar...), pero no me cuesta nada cambiarla por una buena velada leyendo un buen ensayo -la ficción me gusta más por la tarde, cuando estoy seguro de que el sueño no me vencerá, o en el fin de semana, para devorar personajes durante varias horas seguidas-, con música de fondo, o bien simplemente escuchando la radio o leyendo una revista. Y estoy orgulloso de ello.

Por eso, como me he vuelto más comedido en cuanto a consumo televisivo, me rebelo cuando soy testigo (cuando presencio una discusión, se me tensan todos los músculos y no me siento nada a gusto) de cómo la tele se convertía en un arma arrojadiza e "incandescente" entre mis padres. Me parece demasiado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy como tu padre, me gusta ver la tele para dormirme.
No veo casi nada, solo series o me pongo una peli, normalmente estoy con el ordenador o con un buen libro, si no estoy liada con las tareas del hogar, puagggg.
No creo que lo que le moleste a tu padre sea tanto lo de la tele como el hecho de que le obliguen a cambiar sus hábitos. Yo entiendo a tu padre. ¿No puedes hacer tú el agujero o algún amigo?, y ¿tirar un cable?.
Me ha gustado tu respuesta al otro post, te veo más animado, y el hecho de que me respondas tambien, pero no quiero que te sientas obligado a hacerlo. Espero que tengas un buen fin de semana y me lo cuentes, si es malo tambien pero me gustaria que intentaras pasarlo bien.

Anónimo dijo...

Por eso se suele decir eso de que el poder en la casa lo tiene quien tiene el mando del televisor...
Y si lo comentas por ahí, verás como en muchas casas hay discusiones por la televisión. la única forma de evitarlas es tener una televisión para cada una de las personas de la casa, y aún así, sería mejor que todas fueran del mismo tamaño, marca... jijijiji.
Siempre es mejor intentar quitar hierro a esas situaciones. E intentar introducir un punto de humor... y un beso en el momento oportuno.

besos.

JuanSan dijo...

¡Hola! No, si yo me puedo poner en la mente de mi padre y que me dé rabia que me cambien los hábitos, pero (creedme) su reacción o, al menos, su tono fue algo excesivo. No es que sea eso lo que más me da rabia, sino que me gustaría que aparte de tener sus ratos para ver la tele, le dedicase ratitos a mi madre. Pero hace mucho tiempo que no es así. En fin. Todo es más complejo.

Anónimo dijo...

Pero quizás, lo que comentas... la televisión es simplemente es la punta del iceberg. Y lo importente esté por debajo del nivel de las aguas.
pero eso... no puedo opinar tan alegremente... aunque por lo que decías, se dejaba traslucir.
Besos.