martes, 19 de junio de 2007

Justicia poética

Normalmente suelo considerar que este mundo en el que vivimos es un lugar horrible, tanto para nosotros como para quienes vengan detrás dentro de unas generaciones. Pero hoy un programa de televisión me lleva a decir que, a pesar de todo, todavía existen elementos de justicia poética a los que agarrarnos desesperadamente para seguir creyendo que este mundo merece algo la pena.

Me refiero al programa de "Allá tú" de esta tarde en Telecinco. El concursante se ha llevado los 600.000 euros, el premio máximo del programa. Pero quien ha ganado no es una persona cualquiera, sino alguien para quien su sueldo más preciado es la sonrisa de un niño, especialmente la de áquellos que, por una mala combinación de probabilidades (una manera más correcta de llamar a la mala suerte), han nacido en un país pobre y para los que una sonrisa es como una pequeña burbuja de oxígeno que añadir a la poca comida que tienen para engañar al estómago y a la mente y seguir viviendo (siempre me ha admirado que las sonrisas más amplias que salen por la tele son las de los niños que objetivamente tienen menos motivos para reir: esto nos debería hacer reflexionar sobre los valores de las personas que vivimos en los países desarrollados).

Por eso me ha alegrado mucho que ganase Gilbert de Tarragona, que antes de saber que ganaba semejante cantidad de dinero, ya se ofrecía a ir con Jesús Vázquez a Africa para echar una mano a los voluntarios de ACNUR. Por eso, no me cabe duda que, en cuanto rellene los "huequecillos" económicos que todos tenemos que tapar, el resto del dinero irá destinado a hacer felices a más niños y a más gente. Por eso, me ha gustado un montón que el premio fuese para él. Porque ese dinero se convertirá en felicidad para mucha gente, ¿no os parece?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si. En todos los concursos una parte deberia destinarse para estas ayudas, aunque tambien es verdad que hay mucha gente que sin pasar hambre, esta muy necesitada, como por ejemplo montar una pequeña empresa o tapar esos huecos que a veces son socabones.

Anónimo dijo...

No es fácil encontrar gente así. Me alegro entonces de que haya ganado él el premio.
besos

Anónimo dijo...

¿como estas?

JuanSan dijo...

¡Hola, Sonia! Acabo de ver tu comentario en el blog de Max. No es que esté abandonando mi blog. Es sólo que esta semana estoy un poquito desganao. Pero, si, llevas razón. Dentro de un ratito me volveré a conectar y pondré un post nuevo. Gracias.